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Droides que aún no saben todo sobre cómo invertir

La opinión de hoy corre a cargo de Edgar Arenas, gerente comercial en Estrategias de Inversión de CI Banco. El tema: invertir desde las plataformas digitales.

 

Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana…” Así inicia la primera película en la que vi el primer contacto con máquinas que les echaban una mano a los seres humanos; el tema es que R2D2 o C3PO no son precisamente unos droides a los que les pediría un consejo para invertir mi dinero.

Los robots fueron aterrizando desde la ficción hacia un plano más terrenal y sus tareas se dirigieron para cumplir con las necesidades de la industria. Hace algunos años aparecieron los primeros robots especializados en gestionar dinero y, al parecer, esto provocará que el sector financiero se transforme como no lo había hecho en toda su historia.

Los gestores automatizados, también conocidos como robo-advisors, son asesores financieros que de forma automatizada realizan la gestión de recursos monetarios utilizando algoritmos, los que básicamente son fórmulas matemáticas que se cargan en un programa de computadora y que limitan al mínimo la actividad humana en su tarea.

En la actualidad son utilizados por muchos fondos de inversión en el mundo, principalmente en Estados Unidos, en el caso de México algunos pocos ya lo han implementado.

La reducción de costos, y que son atractivos para inversionistas jóvenes que se entusiasman por los servicios online, son factores que impulsan a estos gestores automatizados.

Un robo-advisor funciona libre de la incertidumbre que los humanos tienen al momento de analizar una situación. De esta forma el algoritmo decide realizar rebalanceos del portafolio de inversión, reinvertir dividendos, construir una cartera de bonos en lugar de acciones o declinarse por pesos en lugar de dólares.

El robot decide, de acuerdo con el perfil de cada inversionista, cómo diversificar su portafolio de inversión: conservador, moderado o agresivo, definiendo cuándo y cuánto comprar de cada activo y cuándo y cuánto vender. Estos gestores automatizados son ideales para inversionistas que no quieren tener contacto con los asesores tradicionales y que buscan aprovechar las nuevas tecnologías.

La mayoría de los robo-advisors están enfocados en activos de renta variable, es decir, acciones, por lo que quienes invierten en estos portafolios están muy conscientes de que la volatilidad de su cartera de valores es alta y que es indispensable tener un horizonte de inversión de largo plazo. Para aquellos inversionistas que no soportan las fuertes bajadas del mercado de capitales es ideal que sigan tratando con un asesor de carne y hueso, él les sabrá explicar mucho mejor qué está sucediendo con su dinero.

¿Todo es bueno en esta forma de invertir? También tiene sus desventajas. Existen muchos inversionistas que no están cómodos al momento de entenderse con una máquina. Con seguridad, con el paso del tiempo los robots irán ganando presencia y confianza en esta actividad y en muchas más. En el caso de México, el sentimiento del inversionista sigue siendo más tradicional, además, el mercado de valores es impredecible, ninguna máquina ha logrado predecir el futuro.

Tomar decisiones en materia de inversiones es una labor compleja, existe una enorme cantidad de variables a tomar en cuenta, muchas de ellas son impredecibles, como los acontecimientos políticos o desastres naturales.

Para quienes desean incursionar en esta materia y se preguntan qué características debe tener un robo-advisor, deben saber que los principales puntos son:

Automatización: los gestores automatizados digitalizan prácticamente todos sus procesos, operaciones y su interrelación con los inversionistas; principalmente realizan la gestión con base en el perfil de inversión de acuerdo con las características personales.
Gestión de portafolios: administran los recursos delegados en lugar de dar consejos.
Costos bajos: algunos robo-advisors suelen tener costos muy por debajo del que implica pagar a un asesor tradicional.
Accesibilidad: dan cien por ciento de accesibilidad online a sus inversionistas para consultar los resultados y los movimientos del portafolio, con lo que la transparencia es total.
Portafolios de alta diversificación: suelen realizar diversificaciones muy amplias entre muchos activos de diferentes características, esto le sería complejo a un asesor tradicional.

Cada inversionista es único, en materia de inversiones la psicología del inversionista juega un factor importante. Existen personas que se sentirían muy tranquilas con que un automóvil autónomo los llevara de su casa a la oficina, algunos más no se subirían nunca a un auto sin un ser humano al volante; con las inversiones sucede lo mismo: la finalidad de una inversión debe ser la tranquilidad del inversionista. He visto a inversionistas que tienen rendimientos altos pero que no pegan una pestaña por las noches al invertir en activos de alto riesgo… y eso no está bien.

La tecnología nos está alcanzando y, en algunos casos, rebasando. En materia de inversiones no hay una elección correcta o incorrecta al definir quién tomará las decisiones sobre el patrimonio: una máquina o un asesor de carne y hueso.

 

Ilustración: Alejandro Rios

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Edgar Arenas, es especialista en finanzas personales, cuenta con una trayectoria de 19 años en el medio financiero. Está certificado como asesor en estrategias de inversión por la Asociación Mexicana de Instituciones Bursátiles. Actualmente, es gerente comercial en Estrategias de Inversión de CI Banco; además es bloguero y conferencista en Rankia México, así como profesor de Economía Bursátil en la UNAM.

earenas@cism.mx
@garoarenas

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