Opinión

Marvio Portela: liderar en un día como hoy

La mayoría de los directivos conoce el concepto de «juego infinito» de Simon Sinek, el cual tiene mucho sentido considerando la situación inesperada que estamos viviendo en este momento. Pensé en compartir algunas ideas sobre este tema, ya que son parte de la caja de herramientas que los tomadores de decisiones pueden aprovechar para mantener su barco en marcha a pesar de las turbulencias.

Para quienes no han tenido la oportunidad de leer o escuchar acerca de las ideas de Sinek, una simple revelación es que, hasta hace poco, sabíamos identificar a nuestro enemigo, conocíamos las reglas. Quien anotaba más puntos ganaba el juego y fin de la historia, pero esto ya no aplica.

Los jugadores invisibles pueden surgir y son evidentes en los hechos más simples de la vida. El otro día, en Brasil, después del almuerzo, compré a una señora unos dulces caseros en un puesto en la calle. Tuvimos una breve conversación: ella me contó cómo su negocio empezaba a decaer.

De vuelta a mi oficina, ese mismo día, recibí dulces similares empaquetados de forma atractiva. Eso me hizo pensar en cómo esa señora que conocí antes no tenía idea de por qué sus ventas estaban disminuyendo o quién era su competencia. Esto reforzó la idea de que el juego en realidad ya no tiene reglas o jugadores definidos. La certeza sobre lo que se necesita para ganar no existe y este panorama de negocios llegó para quedarse.

En el contexto actual es muy probable que la administración de muchas compañías entre en pánico o se distraiga fácilmente de los objetivos que aún deben lograr para mantener el barco en movimiento o para proporcionar dirección a los equipos, a pesar de los desafíos.

Es extremadamente difícil, y especialmente en un contexto de trabajo desde el hogar, no seguir la evolución de la tragedia humana provocada por el coronavirus. Pero tal vez el cambio actual en el orden mundial, el movimiento hacia un juego aún más infinito pueda traer algunas lecciones valiosas para tener en cuenta a medida que luchamos con esto.

Si bien mi intención no es ser prescriptivo en un panorama tan desafiante, vale la pena pensar en lo que mantendrá a las organizaciones a flote en momentos como éstos. Con este propósito, volveré a tomar prestadas las reflexiones de Simon Sinek.

En su famosa charla TED «Start With Why» de 2013, él argumentaba muy convincentemente sobre el propósito, comenzando con la pregunta ¿por qué?, ¿por qué existe realmente su negocio?, ¿por qué puede agregar valor a los clientes?, ¿por qué deberían importarles?

En SAS creemos que la curiosidad –donde el por qué es el cuestionamiento más frecuente– es el motor que impulsa todo lo que hacemos. Por ello, hemos pasado por los flujos y reflujos de la economía global por más de 40 años. Es lo que nos mantiene en el juego, y en lo que a nosotros respecta, siempre ha estado evolucionando.

Sin embargo, preguntar por qué no es el único punto relevante o incluso el más importante en la situación que enfrentamos en la actualidad. El quién debería ser en este momento la principal preocupación de cualquier tomador de decisiones. Las personas que han estado con usted durante todo el trayecto hasta ahora.

Las personas en la organización forman el elemento crucial y más poderoso para lidiar con el juego infinito. Además de mantener la comunicación, el propósito y el trabajo en equipo, incluso cuando se trabaja por separado, los directivos también deben ser capaces de proporcionar liderazgo basado en valores que vayan más allá de los números para garantizar la sostenibilidad en el futuro.

Cuando se trata del juego infinito se debe adoptar un enfoque colaborativo, ágil y flexible, necesario para garantizar un juego continuo. No se trata de jugar para ganar, se trata de permanecer en el juego. Para hacerlo, debe utilizar sus mejores capacidades humanas, como la capacidad de escuchar a todos los actores involucrados (empleados, clientes y socios) para que se puedan considerar las múltiples necesidades en constante cambio y todos tengan la oportunidad de estar en el campo.

En principio, debemos ser amables el uno con el otro. Este es un momento aleccionador, cuando muchos de nuestros colegas y sus seres queridos pueden, en cualquier momento, verse afectados por la propagación del coronavirus. La amabilidad es el recurso más poderoso que puede usar para seguir haciendo su trabajo lo mejor humanamente posible y, por tanto, sea algo por lo que será recordado, cuando finalmente quede atrás este episodio.

 

¿Quién es nuestro colaborador de hoy?

Marvio Portela es Vicepresidente Ejecutivo para SAS Latinoamérica. Estudió Ingeniería en Sistemas Informáticos en la Universidad Estatal de Rio de Janeiro (UERJ) y tiene una maestría en Comercio Electrónico y Gestión de Telecomunicaciones de la Fundação Getúlio Vargas (FGV-SP). Con casi 20 años de experiencia en la industria de TI ha trabajado con importantes compañías como Unisys, Xerox, BEA Systems, Oracle e IBM. De 2010 a 2013 colaboró con SAS como director Senior de Ventas en SAS Brasil. Después se reintegró a la compañía en 2015 como director de ventas y preventas en la misma oficina, y de Cloud Analytics para América Latina. Posteriormente fue parte del equipo que lidera SAS en Asia y Oceanía.

 

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