La estratégica última milla en la nueva omnicanalidad
Hoy colabora Álvaro Echeverría, CEO de SimpliRoute.
Para nadie es un secreto que este periodo de contingencia por la crisis sanitaria derivada por el COVID 19, trajo consigo una aceleración poco común a la entrada de nuevas tecnologías. De pronto parece que lo que estaba esperado para suceder en los próximos tres años, pasó en tan solo tres meses.
Un gran número de personas con diferentes perfiles, edades, intereses, se sumaron a aprender sobre nuevas plataformas que les permitían estar comunicados entre sí, y así el comercio electrónico se incrementó a una escala poco usual. Los hábitos de consumo se transformaron y personas que nunca habían realizado compras a través de internet lo hicieron por primera vez.
Hoy, los retailers, restaurantes y muchas otras industrias están viendo la manera de abrirse camino en esta nueva realidad. Saben que hoy más que nunca, los consumidores requieren una experiencia digital completa que va desde el ingreso a la tienda o plataforma en línea, un formato amigable para navegar, para elegir y ver las cosas a detalle, hasta la compra, logística y el tiempo y forma en la que el producto llega a su destino.
La experiencia de compra se extendió y debe ser equiparable o incluso mejor a la que se tiene físicamente, es decir, la misión de las marcas es transmitir lo mismo offline que online y nunca desenamorar al consumidor.
Lo anterior, parece tarea nada sencilla pues muchos factores entran en juego especialmente en los procesos logísticos, sin embargo, por fortuna, hoy han surgido nuevas herramientas que solucionan lo que para muchos había sido una pesadilla… la última milla.
La última milla es el nombre que recibe el proceso final de entregar el pedido de una tienda online a su comprador. Este paso que transcurre desde que el paquete sale del último punto de distribución hasta llegar al lugar de la entrega. Un tramo en el que las dificultades suceden (tráfico, atascos, escasez de sitios de descarga, etc.) y, por lo tanto, la satisfacción del cliente entra en un momento crítico.
Todas las adversidades mencionadas anteriormente, hacen que el proceso que resulte más costoso o ineficiente o de mayor impacto ambiental pues se estima que el transporte causa alrededor del 20% de las emociones de dióxido de carbono (CO2) acumuladas en la atmósfera.
Si la logística es clave, ¿cómo afrontar el reto de llegar en tiempo y forma, aminorar costos y cuidar el medio ambiente? Hoy todo se puede…
La implementación de la última milla tecnológica tiene un rol importantísimo con el que se pueden reducir en un 10% la flota de vehículos, en un 30% los costos logísticos y en un 80% el tiempo de entrega, dependiendo del tamaño de la empresa y rubro. Todos esos indicadores inciden positiva y directamente en la huella de carbono.
Hoy, resulta un factor primordial trabajar con una plataforma digital como SimpliRoute, que usa avanzada inteligencia artificial para lograr la optimización de la logística y crear una experiencia integral, ya que es posible ver las rutas en tiempo real, administrar y cumplir con las restricciones de los clientes como horarios de entrega, condiciones de tráfico, capacidades de sus vehículos, etc.
Resulta una maravilla contar con un software de este tipo en estos tiempos, que da estadísticas mensuales que ordenan el presupuesto, las rutas, los kilómetros recorridos, la efectividad y la valorización de datos por rutas, por lo que es sencillo percatarse del ahorro que se genera en combustible, además de aumentar las entregas exitosas que generan una buena experiencia de compra.
Recurrir a un buen proveedor logístico, es hoy, una pieza fundamental para aumentar las ventas, para mantener contentos a los clientes y para seguir caminando en este desarrollo constante. El cliente valorará mucho la imagen eCommerce de cada establecimiento, así que es importante involucrarse como dueño o director de una marca en todos los detalles
¡Tener resuelta la última milla te hará ser el primero en la mente del consumidor!