Omnicanalidad en los medios de pago en Latam
Agustin Parodi, Chief Business Officer de Geopagos.
La brecha de desigualdad en México tiene diversos rostros, y uno que predomina es el poco acceso que tienen las personas a servicios financieros que contribuyan a su desarrollo y bienestar. Una economía mal distribuida, bajos niveles de educación financiera y los estragos de la pandemia de Covid-19 son las condiciones que explican esta situación. Según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2021 (ENIF), realizada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), el 46% de los mexicanos de entre 18 y 70 años aún no cuenta con una tarjeta de crédito o de débito; sin embargo, casi el 68% cuenta con algún producto financiero formal, tales como cuenta de ahorro, crédito, seguro o afore, entre otros.
En un país donde el 69% de la población tiene internet en sus hogares y 73% un teléfono inteligente, la oportunidad para el crecimiento de las soluciones digitales de pagos es muy importante. En este sentido, diferentes actores como los bancos, las fintech, los procesadores, los retailers y las empresas de software, entre otros, comenzaron a romper paradigmas ofreciendo acceso a soluciones de pago digitales para comercios e independientes que se ubican en la parte baja y media de la pirámide, inyectando dinamismo al sector financiero,
Existen tres factores que impulsan significativamente el uso de soluciones de pagos digitales: los cambios de hábito de los consumidores, acelerados por la crisis sanitaria, nuevas oportunidades para captar nichos de mercado poco explorados y la implementación de marcos normativos que permiten a los comercios tener mayor apertura a la adquirencia, así como transformar los modelos de negocio vigentes con la innovación y disrupción tecnológica.
Una forma de responder a esta revolución tecnológica es a través de una propuesta de valor omnicanal que incluya desde el procesamiento de los pagos y las funcionalidades para el análisis y gestión del negocio, hasta diferentes métodos de cobro como Chip, Swipe, Contactless, QR, Link de Pago, Tap to Phone, entre otros. Tener todo en un mismo lugar, a partir de una oferta omnicanal, amplía las oportunidades de inclusión en todos los niveles.
La posibilidad de que hoy los negocios puedan visualizar todas las transacciones con desarrollos y licencias listas y aprobadas para que todos los actores que buscan crear o escalar su negocio de aceptación de pago se suban al cambio tecnológico digital sin la necesidad que realicen grandes inversiones de tiempo ni recursos, es un paso importante a la inclusión financiera y la omnicanalidad.
Con base en cifras de Statista, se pronostica que el valor total del segmento de pagos digitales alcance 8.5 billones de dólares en 2022, así como una tasa de crecimiento anual compuesto de 12.82% para alcanzar los 13.75 billones de dólares en 2026. De hecho, son las mipymes las que más se han beneficiado al utilizar este andamiaje:
- 75% de estas reportó un aumento en sus ingresos mensuales, y
- 72% declaró que sus clientes incrementaron el ticket promedio de compras;
- esto se tradujo en un aumento promedio de 22% en los ingresos de estas empresas, según una encuesta realizada por VISA en México.
Los actores que ofrecen soluciones de pagos digitales desempeñan un papel relevante para atender las necesidades de pequeñas y medianas empresas que requieren diversificar sus modalidades de pago y ser parte de la omnicanalidad.
Para que los países de América Latina puedan contrarrestar el impacto de la desigualdad que enfrenta gran parte de su población, así como los efectos negativos causados por la pandemia, es imprescindible abrirle las puertas a la innovación y disrupción tecnológica generando experiencias de compra-venta plenamente satisfactorias para las personas y pymes dentro de un proceso de digitalización integral.
