Samantha Salamanca de Ecolab: la contaminación cruzada
Samantha Salamanca, líder de la División Institucional de Ecolab México
De acuerdo con datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), alrededor del mundo se han identificado más de 250 enfermedades transmitidas por la contaminación y manejo inadecuado de alimentos. Entre los padecimientos más recurrentes se encuentran la diarrea grave, distintos tipos de Salmonella, fiebre tifoidea y la meningitis.
Según cifras de la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades diarreicas causan más de la mitad del total de las enfermedades de transmisión alimentaria. Anualmente, se registran 550 millones de enfermos y 230 000 fallecimientos donde
los niños menores de cinco años son los que corren un alto riesgo, pues al año mueren más de 100 mil a nivel mundial, principalmente en África y el Sudeste Asiático.
Los antimicrobianos, como los antibióticos, son elementos esenciales para tratar las infecciones causadas por las bacterias en los alimentos. Estas últimas se pueden transmitir fácilmente en la cadena alimentaria, puede ocurrir mientras la carne de aves y carne roja son preparadas para su venta en tiendas de autoservicio y están expuestas a contaminación cruzada microbiana de bacterias patógenas causantes de deterioro y descomposición de alimentos cárnicos.
Para garantizar alimentos libres de patógenos e infecciones, existe en el mercado programas de tratamiento antimicrobiano enfocados en la producción y el manejo de alimentos cárnicos. Con este tipo de soluciones es posible prevenir la contaminación de alimentos sea de carne vacuna, porcina, de aves y mariscos saludables, al tiempo que mejora la productividad y reduce los costos en la manufactura, preparación y transporte.
Actualmente, programas antimicrobianos de última generación combinan conocimientos sobre química, especialización en la industria, equipos avanzados y una plataforma de monitoreo, que han ayudado en los negocios a disminuir el uso de altas concentraciones de sustancia y el ahorro del agua en 20%, mientras permiten elevar la productividad en los centros de operaciones.
Como experiencia, les comparto que soluciones como estas han ayudado a conservar 68 millones de galones de agua, lo que equivale a las necesidades hídricas 270 mil personas por año, y al ahorro anual a las empresas de más de 190 mil dólares en costos asociados por el uso del agua, lo que señala el compromiso por el cuidado y ahorro del líquido vital, además de la conservación del medio ambiente que las distintas cadenas de autoservicio tiene.
Profundizar en la experiencia e inversión en tecnología para la prevención de infecciones y enfermedades transmisibles por alimentos, es un compromiso que comparten muchas empresas con la Organización de Naciones Unidas (ONU), ya que ha mencionado a la inocuidad como una responsabilidad compartida entre los gobiernos, la industria alimentaria y la gente, con el objetivo de proteger la salud de las personas y sobre todo de mujeres, niños y personas con el sistema inmunitario debilitado a nivel mundial.