Imposición de aranceles del 25% por parte de E.U. genera preocupación en el comercio minorista mexicano
Analistas económicos advierten que los aranceles podrían desencadenar una guerra comercial entre México y Estados Unidos.
El presidente de Estados Unidos Donald Trump, anunció la imposición de aranceles del 25% a las importaciones provenientes de México y Canadá a partir del 1 de febrero de 2025. En el casó de México, se le pide al gobierno federal que intensifique sus esfuerzos para combatir la inmigración ilegal y el tráfico de fentanilo hacia territorio estadounidense.
Esta medida ha generado inquietud en el sector minorista mexicano, que depende en gran medida de productos importados de Estados Unidos. La Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (CANACO) expresó su preocupación por la posible Imposición de aranceles del 25%, lo cual repercutiría en un incremento en los precios al consumidor y la afectación a las pequeñas y medianas empresas.
«La imposición de estos aranceles podría traducirse en un aumento significativo en los costos de los productos que ofrecemos, lo que afectaría directamente al bolsillo de los consumidores mexicanos», señaló José Manuel López Campos, presidente de CANACO.
Analistas económicos advierten que los aranceles podrían desencadenar una guerra comercial entre México y Estados Unidos, con repercusiones negativas para ambas economías. Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco BASE, comentó: «Una escalada en las tensiones comerciales podría llevar a una disminución en el comercio bilateral y afectar la estabilidad económica de la región».
El gobierno mexicano, liderado por la presidenta Claudia Sheinbaum, ha llamado a la calma y ha enfatizado la importancia de la cooperación entre las naciones. «Una confrontación arancelaria no beneficia a nadie. Es esencial buscar soluciones conjuntas que fortalezcan nuestras economías y promuevan el bienestar de nuestros pueblos», afirmó Sheinbaum.
Consecuencias para el comercio minorista
Las empresas mexicanas que exportan a Estados Unidos enfrentarían un aumento inmediato en sus costos. Esto podría traducirse en un incremento en los precios finales al consumidor. Además, algunas compañías podrían buscar nuevos proveedores para mitigar el impacto, lo que generaría cambios en la cadena de suministro.
Por otro lado, esta medida no solo afecta a los exportadores. Los minoristas que dependen de productos importados también verán afectadas sus operaciones, lo que podría desencadenar menor rentabilidad y ajustes en la oferta de mercancías.
La situación sigue siendo incierta, y el sector detallista mexicano permanece atento a las negociaciones entre ambos gobiernos, con la esperanza de que se alcance una solución que evite la implementación de los aranceles y proteja la economía nacional.