Cambio climático: el papel del sector retail para frenarlo
Tony Sarraf, vicepresidente y Market Head, Latinoamérica Norte de Ecolab.
Durante las últimas décadas, la actividad humana ha impactado al medio ambiente de forma importante. La explotación de los recursos, el aumento de temperatura en la superficie y la contaminación del entorno han derivado en la modificación del patrón climático, situación que parece que estamos aún a tiempo de controlar si como industria e individuos actualizamos y ajustamos nuestras formas de producción y hábitos de consumo.
Desde la década de 1960, la temperatura en México ha aumentado casi un grado Celsius, incremento que ha afectado principalmente a la generación de lluvia y captación de agua (como se ha visto recientemente en el estado de Nuevo León). Si bien este tipo de cambios son más tangibles en situaciones alejadas del retail, el sector no está fuera del alcance de los efectos del calentamiento global.
Entre la opinión pública, como expertos, debemos de modificar la percepción del retail como una industria únicamente vendedora y agregar que también es un sector que depende y consume recursos vitales que son indispensables para su funcionamiento, como agua y energía; la falta o reducción en la disponibilidad de dichos recursos afecta directamente a las cadenas de producción y suministro, sin las cuales no se podría mantener activa la oferta de un sinfín de productos a los consumidores a través de canales físicos y digitales.
De acuerdo con el estudio “Efectos del cambio climático en la economía, el comercio internacional y la estrategia empresarial”, el aumento de la temperatura afecta en 4.5% a países como Chile, Perú, Colombia, Ecuador o Bolivia en cuanto a ventas minoristas, pues el clima puede modificar las necesidades en determinados sectores a partir de la variación en las estaciones del año.
Pese a que las condiciones climáticas diarias pueden ser más fácilmente abordadas por las tiendas, son un fuerte impulsor en la intención de compra de los consumidores.
Hace ya varios años, las empresas comenzaron a tomar acciones que reducen el consumo de recursos, reciclan, reutilizan y minimizan la emisión de contaminantes a la atmósfera. Aunque aún hay un largo camino por recorrer, se han dado pasos importantes en materia legislativa, cultural (laboral y socialmente hablando), empresarial y social.
Alcanzar un impacto climático más allá de lo que estrictamente se refiere a la responsabilidad social empresarial, requiere cambios fundamentales desde la manera de pensar de los tomadores de decisiones, hasta la realización de los ajustes necesarios para tener operaciones en empresas que realmente sean sustentables y no queden únicamente en el dicho o el cumplimiento mínimo requerido por las normas hacia sus clientes.
Actualmente, la tecnología es un poderoso aliado para la consecución de los objetivos. A través de sistemas de captación, reciclaje y ahorro de agua, por ejemplo, Ecolab facilitará la conservación de 300 mil millones de galones de agua al año para 2030 en industrias como la hospitalidad, servicios de alimentos y el retail.
Además, es posible contar con soluciones basadas en ciencia de desinfección e higiene que demandan un menor consumo y uso de líquido para la creación de espacios seguros para comensales y consumidores en todo el mundo.
Por otro lado, es posible proteger al líquido a través de políticas y protocolos de utilización mínima y ahorro de agua en las operaciones de tiendas o áreas administrativas.
Aunque usted no lo crea, amable lector, hasta cerrar la llave mientras uno se enjabona puede generar ahorros significativos para un establecimiento. Como dato curioso, 98% del agua que utilizamos en el lavado de manos simplemente escurre al drenaje, es decir, no cumple función alguna antes de unirse a las aguas negras o grises. De ahí la importancia de crear hábitos y promover medidas de ahorro entre los integrantes de sectores como el retail.
Para considerar: de acuerdo con Global Index, 57% de los consumidores a nivel global estarían dispuestos a gastar en marcas o establecimientos amigables con el medio ambiente y 48% de ellos esperan que las empresas tengan un papel más activo en cuanto a medidas y acciones que contribuyan a frenar el cambio climático.
Como puede verse, la industria minorista tiene la urgente misión no sólo de ser sustentable sino de servir como inspiración para sus asociados y para sus consumidores, pues su influencia va más allá del consumo y muchas veces también tienen alcance ideológico y cultural.
Colaboración exclusiva para Retailers.mx por
Tony Sarraf, vicepresidente y Market Head, Latinoamérica Norte de Ecolab.
Santiago Loaiza de Ecolab: psicología de la higiene en el retail