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¿Es inminente una recesión?

Edgar Arenas Sánchez

earenas@cism.mx         

Twitter: @garoarenas

 

 

“Ahí viene el coco”, ¿lo recuerdan? Yo sí. Cuando era niño, era la frase que mis papás o mis tías me decían para prevenirme y anticipar algo que podría atemorizarme. Bueno, pues debemos ser cuidadosos, porque existen datos que permiten anticipar que la economía estará dejando de crecer en el corto o mediano plazo, una desaceleración es el “síntoma” previo a una recesión. No olvidemos que dos trimestres consecutivos donde una economía regional (un país) tiene un crecimiento igual o menor a cero, se llama recesión.

¿Todas las recesiones son iguales? No, de hecho, una regla no escrita en la economía es que no hay dos recesiones iguales, y esto es un dolor de cabeza para todos los teóricos de la economía que han visto, generación tras generación, escenarios dispares que tienen algunas características similares; incluso el mismo concepto de recesión genera controversia entre muchos especialistas, puesto que los más papistas consideran que basta con dos periodos trimestrales consecutivos con falta de crecimiento del PIB para afirmar que una economía está recensionada, pero, por otro lado, existe una corriente de economistas que consideran que este indicador sólo puede considerarse como una recesión técnica, mientras que para considerar que existe una recesión económica, deberá de existir un decrecimiento en otros indicadores, entre los que están el empleo, consumo, niveles de producción, niveles de los precios y la capacidad de pago de los agentes económicos.

Mientras los académicos se tratan de poner de acuerdo, lo que en la actualidad sí sabemos es que la economía del mundo está caminando a un ritmo cada vez más lento.

¿Qué nos indica que el mundo se está desacelerando? La información más reciente indica que el mundo entero está creciendo a un ritmo menor al de años anteriores, pero, si estas son malas noticias, ¿por qué esto no ha causado un colapso en los mercados de valores? Es simple, la desaceleración ha tenido un ritmo moderado.

En 2008, el mundo fue atropellado por una crisis económica, hace una década, el ritmo de la desaceleración fue muy abrupto, fue como si un tren que va alta velocidad frenara de golpe, lo que causaría inevitablemente un descarrilamiento, a diferencia de lo que actualmente pasa, donde la locomotora va bajando su velocidad de forma gradual.

Sucede que, aunque la locomotora se detuviera por completo contra un muro, las posibilidades de que este choque concluyera en una tragedia son muy pocas. En otras palabras, la posibilidad de que este crecimiento cada vez más aletargado tenga como resultado una crisis económica, al menos, por el momento, es casi nulo.

La actuación de los bancos centrales en todo el mundo ha sido un paliativo; también ha ayudado que los niveles de consumo se mantienen y que las tensiones comerciales entre EEU y China han disminuido. Los norteamericanos siguen manteniendo un mercado laboral robusto y esas son buenas noticias para todo el planeta. También los temas en Europa han dejado de ser un foco rojo, por el momento existen pocas posibilidades de que un efecto dominó afecte al Viejo Continente.

Quien se anticipó a la llegada del “coco” fue la Reserva Federal de EUA, puesto que recortó su tasa de interés por tercera vez durante 2019, además hizo hincapié en que por el momento podría haber concluido su política de disminución en las tasas de interés. Cada recorte que hizo fue de 25 puntos base, el rango quedó entre 1.50 a 1.75 por ciento, es decir, el banco central estadounidense recortó 75 puntos base en 2019.

Lo que Estados Unidos hizo pudo haber ayudado a que el mundo no se recesionara en el corto plazo. Desde mediados de septiembre de 2019, la Reserva Federal le ha inyectado más de 200 mil millones de dólares a su balance general con la finalidad de garantizar la liquidez del mercado monetario. En el mundo es muy importante lo que la FED hace, y es muy probable que otros bancos centrales inyecten dinero a sus balances antes de concluir el año.

En este entorno, los inversionistas han tenido buenas noticias, los activos de riesgo tuvieron alzas continuas. ¿Qué catalizadores estimularon al mercado accionario? Principalmente los resultados de la política monetaria de EUA y sus acuerdos comerciales con China. Pero no basta para lanzar las campanas al vuelo, habrá que ser cautos, nada exime que en el futuro cercano existirán momentos de incertidumbre y, además, los precios altos de muchas acciones implican rendimientos limitados.

Durante el último reporte trimestral, la mayoría de las empresas estadunidenses evidenciaron ganancias menores a las esperadas. Muchos analistas han reducido drásticamente sus estimaciones de ganancias para los reportes del cuarto trimestre de 2019. ¿Existirán ganancias en los mercados de renta variable? Es muy probable que sí, pero éstos serán inferiores a los de años anteriores.

En materia económica, es poco eficiente el predecir las cosas, pero en este entorno, de algo estoy seguro: la economía no puede seguirse expandiendo al mismo ritmo de los años previos.

Desde el 2008, el mundo ha crecido por un periodo que ya abarca más de 11 años, evidentemente esto es el periodo de crecimiento más largo del que la economía tenga memoria, por lo tanto, no se trata de espantarse, pero, sin duda, habrá que tener cuidado con el “coco”.

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