Mario Gamboa de Intelimétrica: enfrentar la transformación digital
Mario Gamboa Cavazos es CEO de Intelimétrica
La transformación digital dejó de ser un objetivo a futuro, y es ya una realidad para todo tipo de empresas, desde pymes hasta grandes corporativos nacionales y multinacionales. Basta con aplicar un enfoque apoyado en datos, analítica e Inteligencia Artificial (IA), para empezar a caminar en la dirección correcta y convertirse en una empresa data driven.
Ese camino, no obstante, postula diversos retos. Por ejemplo, las organizaciones que están por iniciar un proceso de transformación digital deben comenzar por tener una óptica nueva y flexible; se trata no sólo de tener la voluntad de experimentar, sino también, de estar dispuestas a fallar.
Y es que cuando se pretende innovar y optimizar algún proceso, las empresas tienen que aceptar que deben hacer cambios que posiblemente nunca habían considerado. De inicio, deben centralizar la información para procurar tener una fotografía completa de lo que está sucediendo al interior de la organización, estructurar esa información, habilitar los mecanismos para acceder a ella sin fricciones y finalmente, explotarla.
El cambio cultural es fundamental
En este proceso el liderazgo de la empresa juega un rol vital, pero son escasos los ejecutivos que tienen la mentalidad de experimentar y explorar nuevas avenidas. De ahí el giro cultural que se requiere para que una empresa opere basada en datos.
A pesar de esa “resistencia inicial”, la mayoría de las organizaciones sabe que no hay vuelta atrás.
De acuerdo con IDC, se estima que en 2021 el gasto en transformación digital a nivel mundial será de más de 2.1 billones de dólares, y que al menos 40 % del PIB de América Latina se digitalizará.
El primer paso consiste en “cambiar de chip” al interior de la empresa, revisar a la luz los nuevos datos, reconsiderar las opiniones enraizadas, e incluso, cambiarlas para entender la información de una manera mucho más científica.
La innovación no aplica para todos si no hay interés
Los retos que enfrentan las empresas en México no son distintos a otras partes del mundo. Hemos observado que muchas organizaciones no están preparadas para el cambio. Aunque tienen la visión y el ímpetu por innovar, no han pavimentado el camino para llegar a una evolución real digital con datos, Inteligencia Artificial y/o aprendizaje automático en beneficio de sus clientes, a fin de generar valor de negocio.
En este contexto, uno de los principales retos a considerar para conquistar la transformación digital, es la conformación de los equipos. Si bien en México existe la visión y ambición de llegar a cierto nivel de madurez digital, aún no existe el talento requerido para explotar la información. Es decir, no existe un área propiamente de analítica avanzada dentro de las empresas para echar a andar y/o ejecutar los cambios necesarios.
México en etapa de madurez preliminar
Aunque no es un fenómeno particular de México, a diferencia de otras naciones de América Latina, el país se encuentra detrás de la curva, en la etapa de madurez preliminar. Hay prerrequisitos, tanto de estructura como de organización y liderazgo, que se necesitan para cruzar este trayecto.
La calidad de los datos juega un papel fundamental, ya que define muchas de las posibilidades de transformación de una organización. La completitud y granularidad de los datos determinan, por ejemplo, si una empresa logra predecir los productos que sus clientes comprarán la siguiente semana, o si sólo puede perfilar el tipo de clientes que son.
Las organizaciones no tienen por qué atravesar este proceso por sí solas. La ventaja de realizar un proceso de transformación digital de la mano de una empresa con experiencia en minería y explotación de datos, es que ya conoce el camino a recorrer y cuáles serán los principales riesgos. Hay temas que pueden anticiparse y ser atendidos mediante una diversidad de formas en analítica y en ciencia de datos, aunque cada caso debe tomarse como particular.
Apertura al cambio y al fracaso, o bien, morir
Un componente esencial para la transformación digital exitosa se centra en la visión de los líderes de la organización. Se debe “cambiar el chip” de los ejecutivos y del management, para comprender que el juego ha cambiado y que operar con datos es un asunto de apertura y flexibilidad, de continuar experimentando y de estar dispuestos a fallar.
Sin duda, esto le cuesta mucho trabajo a las organizaciones, ya que la posibilidad de equivocarse es estigmatizada y frecuentemente penada. Sin embargo, esta visión debe corregirse y las empresas deben estar abiertas a la posibilidad de fracasar. La transformación digital no es un proceso estático o bien definido; ello implica innovación, un proceso que, por naturaleza, es incierto y diferente para cada organización. Sin embargo, los resultados positivos de experiencias exitosas son innegables y el potencial a capturar en términos de valor es enorme.