Las nuevas formas de compra y necesidades del consumidor tras la pandemia
Santiago Loaiza, gerente Cuentas Corporativas, Food Retail Services, Ecolab México
La experiencia de compra no es la misma desde hace un par de años. Una actividad casi obligatoria como ir al súper (porque todos tenemos que comer) se convirtió al inicio de la contingencia sanitaria en algo casi prohibido y conforme avanzó la pandemia y el acceso estaba restringido a una sola persona por familia, lo empezamos a tomar como una acción casi introspectiva que prácticamente ya contaba como paseo o salida de distracción.
Ahora que casi hemos superado la crisis, identificamos que nuestros hábitos de compra ya no volverán a ser los mismos. Incluso, visto con un poco de humor, ¿quién no ha visto el meme que dice “voy al súper a pensar unas cosas”? Antes era parte de la rutina familiar, pero ahora pasear por los pasillos tiene un efecto terapéutico.
¿No les ha pasado que al llegar a las tiendas y no ver el termómetro sienten que algo falta? Aún no dejamos los dispensadores de gel, pero es lo primero que buscamos al aproximarnos al umbral de la entrada. El temor de contraer Covid permanecerá aunque tenga efectos mucho menores y ante la incertidumbre de que en el futuro aparezcan nuevas variantes (u otras enfermedades) que pongan a prueba lo que hemos aprendido en 2020, 2021 y 2022.
El punto de todo esto es que no volveremos a ser los mismos. De acuerdo con el Informe de Comercio Global 2022, el comercio se movió hacia el eCommerce y 15% de este involucró compras en el extranjero, los consumidores también prestan atención a la sustentabilidad de lo que compran y cómo ello contribuye de alguna manera a la sociedad. 59% de los consumidores están dispuestos a pagar más si los productos tienen un beneficio para la sociedad y 46% se interesa en insumos ecológicos o biodegradables.
Aproximadamente 58% de la población ha vuelto concurrir en centros comerciales y supermercados, pero las compras online llegaron para quedarse; en un inicio por seguridad y posteriormente por conveniencia. Recientemente se ha observado incremento en la frecuencia con la que se visita el súper, pero el consumidor busca, entre otras cosas, gastar menos y sentirse seguro.
Aquí es donde debemos prestar atención a las nuevas necesidades del consumidor. Todos queremos volver a nuestras antiguas costumbres, pero con nuevas formas de interactuar, con nuevos requerimientos para sentirnos cómodos, otras perspectivas sobre lo que significa comprar y protocolos de higiene que eviten riesgos para nuestra salud (en el nivel micro) o nuevas variantes o rebrotes de Covid (en el nivel macro).
Seguir brindando bienestar y confianza en los consumidores partirá de no relajar determinadas medidas de prevención como el uso de gel antibacterial, el lavado de manos más frecuentemente, información que indique con qué frecuencia y soluciones se desinfectan los espacios y superficies de contacto frecuente y cómo se protege la inocuidad y seguridad de los alimentos que se producen y exhiben.
La industria del retail se enfrenta ahora a la decisión transcendental de si mantiene la “vara alta” en términos de protocolos de salud pública para seguir generando espacios seguros para la compra, aunque el riesgo de la pandemia empiece a disminuir o regrese a un estándar más bajo y eso implique que el consumidor se sienta nuevamente seguro y protegido.
Ayudemos para que esa nueva “tendencia” de reflexionar en el supermercado sea lo más segura y relajada posible para todos.
