La vacuna que no duele: Responsabilidad Social Compartida
Ángel Hernández Murillo, creador de contenidos para Great Place to Work® México
A diferencia de otros sectores, el farmacéutico se mantiene sano y vitaminado. En medio de la pandemia del COVID-19 su producción ha sido esencial para mantener la calma y lo refleja en sus números: al cierre de 2020 registró un crecimiento de 7 % en sus ventas de acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma).
Se explica en parte porque las empresas del ramo, así como las dedicadas a los dispositivos médicos han mantenido sus operaciones al cien por ciento, en algunos casos triplicando, incluso, las jornadas de trabajo para cubrir la demanda de productos para la salud.
El que sea una de las industrias más rentables en México y el mundo motiva también a que sea una de las más comprometidas con la Responsabilidad Social Corporativa. Quizá la suspicacia pueda despertar cuando se informa que, por las necesidades actuales, tuvo que triplicar jornadas de trabajo. Sin embargo, la mayoría de los colaboradores de este sector parecen sentirse cuidados por sus líderes. Muchas de sus organizaciones están certificadas como Great Place to Work®.
Hay que tener presente que la cadena de este sector es compleja, pero en términos generales su puede clasificar en investigación, producción, distribución y venta.
De acuerdo con el comparativo de rendimiento del ranking sectorial de GPTW® 2020, en la encuesta de índice de confianza, 84 % de los colaboradores de farmacéuticas certificadas con el instituto afirman tener confianza en sus líderes y un orgullo de pertenencia de 89 %. También, el 88 % de su gente percibe que su organización es un excelente lugar para trabajar.
El Reporte Laboral México 2019 (para el que se entrevistó a 4 mil 500 colaboradores y empleadores), arrojó que son tres las industrias en donde la gente tiene los mejores salarios: financiera, automotriz y farmacéutica. Sumado a ello, la Canifarma señala que México es el segundo mercado más importante para esta industria en Latinoamérica y que genera más de 75 mil empleos directos en el país.
Más que buena voluntad
Este sector busca mantenerse solidario con actividades, programas y prácticas que impacten de manera positiva en sus colaboradores y la sociedad. Por ello, la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF), que lo representa, fue reconocida en octubre pasado por la fundación de la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (Concamin) con el Premio Industria Responsable: mérito a las destacadas acciones, apoyo y solidaridad con México en la crisis de la COVID-19 en 2020.
El distintivo reconoce prácticas industriales que contribuyan a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sustentable de la agenda 2030 lanzada por la Organización de Naciones Unidas. El premio Ética y valores en la industria, en la categoría de cámaras y asociaciones, reconoce la incorporación de la cultura de Responsabilidad Social Corporativa.
En agosto de 2020, la AMIIF se sumó al Pacto Mundial de Naciones Unidas para fortalecer su compromiso con temas laborales, el medio ambiente, los derechos humanos y la lucha contra la corrupción, destacó en su momento su presidenta, Irma Egoavil.
Pero en concreto, ¿qué están haciendo las organizaciones de este importante sector en materia de clima laboral y apoyo social en nuestro país? En general:
- Potencializan el talento de su gente mediante cursos o talleres que los actualicen.
- Trabajan desde la equidad; excelencia, coraje y alegría de participar con la sociedad.
- Buscan ser mejores centros de trabajo para la inclusión LGBT+.
- Cuidan del colaborador. Ayudan a las comunidades que los rodean protegiendo y siendo respetuosos con el medio ambiente.
- Promueven la ética y el fortalecimiento de la gobernanza. Adoptan medidas acordes con principios y aquello que la sociedad requiere para permanecer.
- Generan relaciones de valor con todos sus públicos, desde las comunidades con las que colaboran hasta con su cadena de valor con el propósito de mejorar la vida de las personas.
- Extienden la Responsabilidad Social Compartida (RSC) en su cadena de aprovisionamiento al considerar que debería ser un criterio para tomar en cuenta a la hora de seleccionarlos. Realizan acciones para ayudar a su desarrollo.
- Apoyan la empleabilidad de jóvenes y colectivos en riesgo de exclusión social.
- Crean fundaciones para erradicar o atender distintas enfermedades en poblaciones de bajos recursos en diferentes partes del país.
- Promueven una responsable gestión del negocio para mantener la confianza de los pacientes, colaboradores, gestores sanitarios, accionistas y la sociedad para la que trabajan. Esto requiere que operen con integridad, transparencia y sostenibilidad ambiental.
- Promueven las asociaciones de pacientes, la difusión de campañas de educación continua junto con la comunidad médica, así como la creación de ambientes de trabajo basados en la inclusión y equidad para sus colegas y proveedores.
- Participan en jornadas de reforestación y otras para el cuidado del medio ambiente.
- Colaboran con programas federales de capacitación laboral para jóvenes. A la vez que buscan coincidir en metas y objetivos con autoridades de gobierno.
- Buscan métodos innovadores y sostenibles para facilitar a más personas el acceso a los medicamentos.