Javier Peñúñuri de SAP: el margen de operación COVID-19
Javier Peñúñuri, director de Asesoría de Valor para la industria de Retail, SAP México
En un momento en que las eficiencias son más importantes que nunca, pero que al mismo tiempo requiere incluso aumento en las inversiones para garantizar el bienestar de los compradores y colaboradores, se hace aún más relevante el tomar las decisiones correctas para ahorrar. Y es con tecnología que se logran elecciones acertadas y eficaces.
A lo largo de la historia de las tiendas departamentales y de autoservicio, ¿cuántas decisiones de recorte de gastos se habrán tomado, teniendo en cuenta sólo algunas señales aisladas e, incluso, por alguna deducción o preferencia personal? ¿Cuántas veces habrán tenido impacto en la operación? La respuesta es: muchas. De ellas, algunas opciones resultaron en optimizaciones económicas, pero otras tantas impactaron el desempeño de la tienda, e incluso la experiencia del cliente, es decir, generaron más pérdida que beneficio.
Dicho efecto lo podemos observar al ver como el rubro de Gasto en Ventas, Generales y Administración (SG&A por sus siglas en inglés) creció de manera alarmante impactando fuertemente el margen de operación de las organizaciones.
Hoy en día, la digitalización nos permite recopilar e identificar la data de cada uno de los procesos en piso y detrás de ellos. Desde cuántos insumos de limpieza y cuándo comprar, hasta el detalle de venta y el ajuste de precios en tiempo real. Pero, ¿cómo juega eso a favor de reducir nuestro gasto operativo y aumentar nuestras utilidades?
El ejemplo más claro se dio en marzo de 2020; en ese momento surgió en los presupuestos el rubro de prevención de COVID-19.
De repente y a lo largo de más de un año, las empresas han tenido que adquirir una considerable cantidad de insumos como gel desinfectante, toallas húmedas, cubrebocas, servicios de sanitización y muchos objetos más que son, en definitiva, un gasto adicional que difícilmente se traslada al consumidor y que debe absorber la compañía. Si se anualiza ese gasto, el total es considerable; pero, ¿es la cantidad correcta de productos de limpieza y desinfección? ¿Se requieren más? O, mejor aún, ¿se necesita menos para realmente cubrir las necesidades en la tienda? ¿Estamos siendo eficientes con ese gasto? ¿Cuánto nos debe costar realmente proteger a todos?
Las plataformas digitales nos dan la respuesta, ya que podemos registrar el uso que se le da a estos materiales, la frecuencia con la que deben ser comprados y, sobre todo, en qué volumen. Con ello, las adquisiciones se dan de manera exacta, con mejores negociaciones, y evitando sobrecompras al identificar lo que realmente se requiere. Información precisa en tiempo real, es igual a ahorros. Y ahorros representa inyección directa al margen de operación.
En ese mismo contexto, la pandemia también nos ha demandado tomar otro tipo de decisiones para continuar operando, pero que impactan en los resultados de manera crítica. Hemos tenido que modificar los horarios de la plantilla, crear roles para empatarlos y esquemas de trabajo que cubran las necesidades de atención al cliente, al mismo tiempo que garantizamos las condiciones de salubridad adecuadas.
Incluso se ha generado un reto en la gestión de gastos fijos, como la energía eléctrica -uno de los rubros que más suelen elevar los costos de operación-. ¿Es necesario consumir el máximo de energía o hay maneras de ser más racionales y moderados mientras el espacio tiene bajo nivel de uso? ¿Qué alternativas de energía hay, cuál es el patrón de consumo para negociar mejores contratos? ¿Cómo podemos gestionar de manera precisa este recursos y ser más eficientes?
Como bien dicen, “información es poder” y conocer a detalle, de manera instantánea y comprobable, los detalles de rubros clave para el negocio, nos habilitará para tomar mejores decisiones, con absoluta capacidad para hacer elecciones que impulsen la eficiencia y reduzcan los costos, mientras se cuidan todos los factores relativos a la satisfacción de nuestros visitantes y a la consolidación de su lealtad hacia la marca.
Es tiempo de llevar a la tecnología más allá y de aterrizar la empresa inteligente en todos los rubros de inversión y gasto; todo ahorro es positivo y suma a un estado de resultados más promisorio. Desde el 1 %, tener la capacidad de retener ese dinero y de hacer que la eficiencia sea incremental es algo a lo que todos debemos aspirar, especialmente en un instante tan desafiante como el actual dónde la lucha por mejores márgenes y rentabilidad se vuelve más compleja.