ABC para entender la web 2.0 y la web 3.0

En México, alrededor de 92 millones de personas utilizan internet, lo que lo convierte en el segundo país latinoamericano con la mayor cantidad de internautas, después de Brasil. Por lo que es habitual escuchar términos como web 2.0 y web 3.0 que tienen grandes diferencias en cuanto a su alcance o posibilidades de transformar nuestra realidad, así como en lo que se refiere al control y protección de los datos personales y preferencias.

Así lo señaló Moris Alhale, director general de Snapmuse.io, plataforma tecnológica para creadores y aficionados a las redes sociales, quien explicó qué ofrecen y las principales diferencias entre la web 2.0 y la web 3.0.

Según Snapmuse.io, con la web 2.0, los usuarios pudieron aportar algo a internet. Fue la primera vez que ellos tuvieron una gestión, aunque limitada. Un ejemplo es Wikipedia.

Sin embargo, indicó que uno de los elementos más destacados por los expertos, es que las plataformas de la web 2.0 están controladas en su mayoría por grandes empresas a las que los usuarios ceden sus datos a cambio de servicios. Por ejemplo, hay que instalar aplicaciones que ofrecen servicios muy concretos «gratis», pero que recogen datos para pagar esos servicios.

“En resumen, en la web 2.0 los internautas forman parte del ecosistema online, pero solo las plataformas centralizadas que permiten esta participación se benefician de los datos que los usuarios crean con su actividad. Las personas no obtienen nada a cambio”, agregó.

Ventajas de la web 3.0

Respecto a la web 3.0, Moris Alhale, una de sus muchas ventajas es que empodera a los internautas. “A medida que se multipliquen los mejores ejemplos de la web 3.0, perderemos nuestro escepticismo ante ella. Siguiendo la evolución natural del internet, este es el futuro inmediato. Los internautas sustentan el ecosistema en línea y es natural que disfruten de las tecnologías que les dan la gestión que merecen sobre sus datos. Internet evolucionará hacia un lugar en el que todos salgan beneficiados. Nos espera un futuro apasionante”.

Explicó que “la web 3.0 es sinónimo de mayor seguridad y personalización. Socialmente, adopta los modelos de la web 2.0 pero de forma más justa, transparente y descentralizada. Podemos hacer muchas cosas con ella, como acercar a los creadores de contenidos a sus fans en una relación donde ambos ganan, aprovechando herramientas que la web 2.0 nunca pudo ofrecernos”.

Moris Alhale puntualizó que su principal característica es que «en lugar de que los datos de los usuarios estén centrados en un único punto, estos se distribuyen de forma equitativa y segura en diferentes destinos, y toda esta información se registra de forma transparente en ‘blockchain’».

“Como código criptográfico abierto y descentralizado, el blockchain garantiza la inviolabilidad de nuestros datos, así como la seguridad de la información. Además, también significa que los usuarios pueden ser propietarios de sus datos. En este nuevo paradigma, los internautas pueden ir más allá del acceso y la introducción de información, y llegar a ser propietarios de sus datos”, aseguró.

Finalmente, dijo que “esta capacidad de reclamar la propiedad sobre sus datos, es especialmente importante en una época en la que las empresas tecnológicas competidoras alimentan con información de los usuarios sus algoritmos de aprendizaje automático, hambrientos de datos para entrenar sus modelos de inteligencia artificial (IA) y ganar miles de millones de dólares. Con la web 3.0, los usuarios podrán recibir una parte de este valor que ayudan a crear”.

Segunda fase de Internet of Places se basa en blockchain y geolocalización