65% de los mexicanos mantiene su delivery hasta 3 veces por semana
Valentin Vermersch, General Manager de Deliverect Latam.
A medida que muchas economías intentan recuperarse del impacto de la pandemia, ahora enfrentan una crisis inflacionaria plagada de problemas de cadena de suministros que ha afectado a todos los sectores. Las economías mundiales están tratando de adaptarse a las nuevas incertidumbres. Industrias como el comercio minorista presentan dificultades para reabastecer productos, los concesionarios de automóviles se enfrentan a una escasez de automóviles y los restaurantes actualmente tratan de navegar por un equilibrio entre la falta de ingredientes y no reducir la calidad de sus cocinas, además de mantener su servicio de delivery.
La adición de servicios de entrega demostró ser fundamental para que muchos restaurantes permanecieran abiertos durante la pandemia, y ahora se ha convertido en una fuente adicional de ingresos para estas empresas. Con los nuevos desafíos económicos derivados de la inflación, muchos podrían preguntarse si la entrega de comida, el llamado delivery continuará produciendo un impacto positivo.
Según un estudio reciente, el 65% de los mexicanos ordenó comida por delivery hasta tres veces por semana en los últimos tiempos, lo que demuestra ser un salto del 49% previo a que la inflación aumentara los precios. Entonces, ¿qué significa eso? Que, a pesar de la inflación, el delivery se mantiene como una de las industrias más consistentes. ¿Pero cómo?
Dado el aumento de los precios, muchos consumidores han tenido que reorganizar sus presupuestos y pensar más en sus compras. Esta consideración llevó a muchos a tener que reducir costos en todos los ámbitos. Curiosamente, de las opciones dadas, los encuestados estaban dispuestos a reducir cosas como viajar (51%) o salir a tomar algo (47%) y/o cenar, antes de reducir el pedido de comida a domicilio y comida para llevar (37%).
Esto muestra cómo la consistencia de las entregas durante el pico de la pandemia siguió siendo un hábito para los consumidores en el futuro al cual no están dispuestos a sacrificar. Las entregas permitieron un enfoque relajado para las familias durante la cena, y debido al creciente modelo de trabajo desde casa, incluso los almuerzos se hicieron más fáciles. A pesar del aumento de los precios y de la inflación en todos los ámbitos, el consumidor mexicano mantiene el delivery como parte de su rutina.
Esta es una oportunidad y un desafío para la mayoría de los restaurantes ya que deben gestionar la calidad de su producción de alimentos, especialmente dado que más de la mitad de los encuestados consideran que es un factor primordial para regresar, así como asegurarse de que las órdenes sean correctas y entregadas en el momento prometido. Manejar los pedidos y entregarlos a tiempo puede mejorar la percepción de los clientes de un restaurante y atraerlos a ordenar nuevamente.
Pero la prisa por entregar de forma rápida puede llevar a errores en los pedidos, y los artículos incorrectos o faltantes pueden resultar en malas críticas y una eventual pérdida de ingresos. Los restaurantes deben encontrar formas de optimizar sus operaciones, siendo capaces de mantener una excelente calidad y al mismo tiempo acelerar la entrega.
A pesar de que otras industrias intentan adaptarse lo mejor que pueden al aumento de las tasas de inflación global, las entregas de comida se oponen a las tendencias y siguen siendo una buena opción comercial para los restaurantes. Dado que la satisfacción es tan fundamental, los restaurantes saben que la calidad y los tiempos de entrega son los más esenciales para prosperar en el negocio. La tecnología puede convertirse en un gran aliado para asegurar una ventaja competitiva en la situación económica actual.
