El ecosistema de pagos mexicano hoy es más digital que nunca
Elisa Fuentes, VP Enterprise Sales de Adyen México
Hablar de comercio electrónico y del ecosistema de pagos mexicano en la actualidad es muy distinto a lo que se comentaba hace dos años, previo al inicio de la pandemia. En ese periodo de tiempo la adopción digital ha sido exponencial, y en cuanto a los esquemas de pago para los comercios esa digitalización no ha sido la excepción.
Ante ello, y con la llegada de nueva tecnología, regulaciones y cada vez más jugadores en la industria, los comercios enfrentan el desafío de elegir correctamente a sus proveedores para beneficiarse y hacer crecer sus operaciones.
Y sí, hoy en día en el país contamos con un ecosistema de pagos cada vez más permeado por la tecnología y la digitalización, trazando un camino hacia experiencias de compra más simples, rápidas y seguras. Primero, hay que puntualizar el alto nivel de migración de los usuarios del plano físico al digital. Datos de la Asociación Mexicana de Ventas Online (AMVO) indican que el volumen de transacciones online creció un 81% derivado del confinamiento por el coronavirus.
En segundo lugar, hay que hacer énfasis en la evolución en la preferencia de los usuarios en métodos de pago. Datos recopilados en una encuesta realizada por Adyen indican que el 51% de los compradores del mundo aseguran querer dejar de utilizar el efectivo para migrar a métodos que eviten el contacto tanto con dispositivos de pago como con otras personas, e incluso con mobiliario de las tiendas.
Los negocios están mirando hacia métodos que permitan esta experiencia cada vez más simple, sin contacto y fácil para el usuario. Herramientas como enlaces de pago, por ejemplo, juegan un papel fundamental para lograr esos beneficios.
El ecosistema de pagos actual, para fines de lo anterior, cuenta con diversas opciones que, si bien se encuentran en proceso de adopción, ya están disponibles para su uso convencional como ewallets, escaneo de códigos QR, y kioscos de venta digitales en sucursal física.
Para hacer un uso correcto de esas soluciones, es necesario contar con una pasarela de pagos capaz de procesar los datos que conectan a esas soluciones con el carrito de compras, y a su vez con las instituciones bancarias que miden las tarjetas de los clientes.
Otro factor que abona a la necesidad de generar un ecosistema de pagos cada vez más digital radica en el tiempo que quieren destinar los usuarios a sus compras. Y es que si algo valoran los usuarios actualmente es su tiempo, lo que hace que los comercios deban ofrecer experiencias de navegación fáciles y claras. A nivel global, el 73% de los usuarios indican que valorar su tiempo es lo mejor que una marca puede hacer para proveer un buen servicio en línea, de acuerdo con Forrester.
En materia de seguridad, la digitalización desempeña un rol crucial. En el panorama actual existen diversos métodos de autenticación de usuario cada vez más basados en tecnología, como el uso de biométricos y autenticaciones 3DS2, que permiten que las operaciones estén protegidas contra el riesgo de fraude.
En Adyen, siempre exhortamos a las empresas a mirar hacia sus estrategias de riesgo. En caso de ser demasiado estrictas, podrían estar rechazando a más de un cliente legítimo. Y sí, tomar precauciones en materia de fraude es esencial, pero como negocio es importante contar con un enfoque de riesgo inteligente y flexible, que utilice tecnología de vanguardia para tener detecciones más precisas y que permita que el cliente benigno compre sin fricción.
Para ello, se recomienda establecer un enfoque en ‘listas blancas’ que permite conocer cada vez más y mejor al cliente legítimo, evitar los contracargos y la fricción en dichas compras, y hacer que los fraudes salgan a relucir por sí mismos.
Hoy en día el ecosistema de pagos se encuentra permeado de soluciones digitales y tecnológicas que optimizan la experiencia del consumidor. Pese a ello, aún queda un camino por recorrer en materia de adopción e implementación con el fin de alcanzar una realidad comercial completamente basada en tecnología que convenga a todos, tanto a los comercios, como a los consumidores.