Reducir los contagios en la cadena de suministro
Samantha Salamanca, líder de la División Institucional para México de Ecolab: "seguridad del consumidor, el reto para el 2022".
Los últimos dos años han sido particularmente difíciles para la humanidad entera. Las afectaciones causadas por la pandemia de COVID-19 han impactado a la economía, a la sociedad y a la industria en el corto plazo; quizá algunos de sus efectos salgan a relucir en algunos años o incluso, décadas.
En 2020 y parte de 2021, la pandemia frenó procesos productivos y de ahí que se redujo la disponibilidad de ciertos productos. De acuerdo con el Banco Mundial, a mitad de 2021, el comercio mundial fue 5% más alto que en diciembre de 2019, sin embargo, de no haber existido interrupciones en las cadenas de suministro, se calcula que el comercio habría crecido 13.4%.
Pero antes, aterricémoslo en un terreno más humano. En días recientes, acudí a mi panadería de confianza (que pertenece a una cadena reconocida) y me percaté de una larga fila en la sección donde ponen el pan en la bolsa. La razón: la mitad de los empleados contrajo COVID-19. La pregunta que surge es inquietante… ¿cómo garantizar instalaciones seguras, libres de contagio?
Cada proveedor de un servicio de venta tiene la misión de dar la mayor seguridad posible a colaboradores y clientes. Si bien en México no existen cifras de contagios en sectores como el restaurantero o venta minorista, en Estados Unidos registraron 80,000 ausencias laborales de la cadena de suministro, de acuerdo con la Asociación de Marcas del Consumidor.
Para contribuir en la protección de clientes y fuerza de trabajo, es de vital importancia establecer protocolos de prevención que cuenten con soluciones que fortalezcan las medidas tradicionales de cuidado que ya todos conocemos.
Por otro lado, según un estudio publicado por el Food Science Department de la Universidad de Guelph, en Ontario, Canadá, el riesgo de contagio en establecimientos como los supermercados es bajo, basado en el análisis de 900 muestras de superficies de alto contacto donde no hubo un solo resultado positivo.
2022 significará seguir con la tendencia de cuidado puntual de los alimentos para garantizar su inocuidad, la seguridad de las superficies donde se preparen o exhiban, además de la seguridad de los espacios donde se comercializan para que éstos sean libres de virus (en particular de COVID-19).
Valerse de las herramientas que la tecnología nos provee, nos hace caer en cuenta que una crisis similar habría sido más difícil de afrontar hace 50 años. Avances como desinfectantes efectivos contra distintos tipos de virus o bacterias, sistemas de limpieza adecuados para cada ubicación de los clientes o aplicaciones de monitoreo han contribuido a que no falten suministros sanos, inocuos y seguros que se vendan en tiendas preparadas para evitar riesgos en sus instalaciones.
Soluciones integrales como Total Desinfección 2.0, programa cuyo objetivo es tener en un solo portafolio toda la cartera de servicios y productos de desinfección disponibles en México para todas las industrias en las que interactúa Ecolab, contribuyen con la seguridad en distintos sectores, desde plantas de producción hasta restaurantes y centros comerciales.
Dicho programa incluye soluciones y servicios de desinfección avalados por la EPA (Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos) para contrarrestar y/o eliminar virus y bacterias, incluido el nuevo COVID-19. Todo ello, con el respaldo de calidad y servicio Ecolab.
A todo ello pueden integrarse programas de higiene específicos para cada tipo de establecimiento, productos que comercializa, tamaño del sitio, nivel de afluencia e incluso el tipo de clima del lugar en el que se encuentra. Cuidarnos es tarea de todos, pero contribuir a la confianza de los clientes es nuestra motivación.