Pagos digitales transfronterizos, claves en Latam
El 2024 marcará un cambio hacia una mayor velocidad, simplicidad y seguridad a medida que las remesas superen el envío de dinero físico a través de las fronteras, revela Mastercard.
De acuerdo con el informe El futuro de las remesas en América Latina de Mastercard, en esta región los pagos transfronterizos o remesas son clave para fortalecer la inclusión financiera y el impulso de las economías. Sin embargo, destaca que, aunque existen avances en la digitalización, todavía hay retos que limitan su adopción como la falta de transparencia, confianza y seguridad en el sistema; la escasa experiencia electrónica de los usuarios; y el subdesarrollo de la infraestructura financiera y digital como la insuficiencia cobertura 4G y la ausencia de bancos o agentes minoristas enfocados en este servicio.
En 2022, el volumen de remesas formales en América Latina alcanzó los 146 mil millones de dólares, más del doble que hace una década, y un crecimiento de 25 veces en los últimos 30 años. Según las proyecciones, 2024 marcará un cambio hacia una mayor velocidad, simplicidad y seguridad a medida que los pagos digitales comiencen a superar el envío de dinero físico a través de las fronteras.
Mastercard considera que gracias a años de digitalización acelerada, “los consumidores de América Latina cuentan con una alta penetración de la telefonía móvil, un mayor acceso a internet y menos personas no bancarizadas, lo que ha impulsado el crecimiento de las remesas digitales en la región. A medida que estas tendencias continúan dando forma a la agenda digital en Latinoamérica, se espera que generen un incremento de 20 mil millones de dólares en remesas para 2026”.
En respuesta a las tendencias observadas en este mercado, en los últimos años, los proveedores tradicionales han permitido la digitalización y han dado paso a nuevos actores en la industria, incluyendo fintechs, billeteras digitales, compañías de blockchain y otras empresas de tecnología, apunta la compañía.
En otro estudio de Mastercard, denominado Borderless Payment 2023, más de un tercio de los encuestados afirma que sus familias en casa tienen opciones limitadas para acceder al dinero que envían, y casi uno de cada cuatro informó que sus seres queridos deben viajar grandes distancias para acceder a los depósitos.
“Esto revela la exclusión financiera y digital, así como el subdesarrollo de la infraestructura financiera y digital (por ejemplo, la falta de cobertura 4G, la baja penetración de teléfonos inteligentes y la ausencia de bancos o agentes minoristas de remesas) presentes en la región”, apunta la empresa.
¿Cómo prepararse para el futuro de las remesas?
Para satisfacer las demandas de los consumidores y lograr los avances digitales necesarios para potenciar la adopción de los pagos transfronterizos, las empresas y los proveedores deben:
- Adaptar las soluciones digitales a un entorno de efectivo. Las compañías de remesas deben permitir a los receptores utilizar el dinero como deseen, digitalmente o en efectivo.
- Proporcionar transparencia y seguridad en las transacciones, eliminando al mismo tiempo las preocupaciones. Necesitan comunicar claramente los precios antes de ejecutar una operación, así como indicar el plazo previsto para la liquidación.
- Generar confianza mediante el cumplimiento de la normativa y la innovación digital. Es fundamental que las organizaciones agilicen la incorporación de clientes y reduzcan el tiempo de procesamiento con herramientas digitalizadas de conocimiento del cliente.
- Ofrecer recompensas a los clientes fieles y educación financiera. Los proveedores deben compartir información educativa y ofrecer puntos, millas, descuentos, tarjetas regalo y otras ventajas después de las transacciones.
- Aportar valor diario y una clara comodidad frente al efectivo. Los proveedores deben hacer hincapié en la facilidad de los pagos digitales y demostrar por qué las remesas y los servicios transfronterizos aportan más valor cotidiano.
Cabe destacar que el corredor Estados Unidos-México es el mayor canal de remesas del mundo, con un volumen para 2023 de 65 mil millones de dólares, según datos de Mastercard.