NRF: Ómicron podría contribuir a incertidumbre e inflación
La variante Ómicron del COVID-19 traerá incertidumbre a la economía en el 2022 y podría contribuir a la inflación; sin embargo, es poco probable que cause cierres generalizados o que provoque una desaceleración en el ritmo de los negocios, declaró Jack Kleinhenz, economista en jefe de la National Retail Federation (NRF) de Estados Unidos.
“Incluso tras la experiencia de los dos años pasados, no existe un modelo que pueda predecir la manera en que responderá la economía a la pandemia”, comentó Kleinhenz. “Algo que hemos aprendido, es que cada una de las variantes del virus ha ralentizado la economía, sin embargo, cada una de las veces el grado de desaceleración ha sido menor”.
Opinó que “aunque la Ómicron sea altamente contagiosa, para aquellos que ya cuentan con el esquema completo de vacunación los efectos pueden ser relativamente leves, y no se espera que se produzcan cierres generalizados”.
“Existen pocas certezas acerca del impacto que tendrá esta variante sobre la demanda de consumo, pero es más probable que la gente que permanece en sus hogares a causa de la amenaza de Ómicron, gaste su dinero comprando productos para sus casas y no en salidas a restaurantes o a eventos de entretenimiento presencial. Eso pondrá una mayor presión a la inflación, puesto que las cadenas de abastecimiento reflejan una sobrecarga alrededor del mundo”, agregó.
Kleinhenz expresó dichas observaciones en la edición de enero del Monthly Economic Review de la NRF, en donde también señaló que “el 2022 muy probablemente será otro año que presentará grandes desafíos y estará lleno de incertidumbre”.
Dijo que entre las grandes preguntas a responder están “si veremos pronto el fin de la pandemia; cuándo se resolverán los problemas en la cadena de abastecimiento; así como, cuánto crecerá la inflación y durante cuánto tiempo”.
Dicho comunicado fue emitido mientras se espera el informe de la Oficina del Censo sobre las ventas minoristas de diciembre del 2021, y que completará las cifras oficiales de ventas durante la temporada de festividades decembrinas en aquel país.
Las ventas de noviembre del año pasado, excluyendo las relativas a la industria automotriz, estaciones de gasolina y restaurantes, estuvieron un 14.8% por encima de las cifras anuales y el pronóstico de la NRF sobre las ventas durante los dos meses de fiestas navideñas indica que estas mostraban un crecimiento de hasta el 11.5% por arriba de las del 2020.
Se espera que la inflación continúe durante el 2022, aunque su crecimiento deberá ser más lento, ya que esta fue provocada por la escasez de productos a causa del cierre de fábricas y la paralización de la cadena de suministro por COVID-19, al mismo tiempo que los estímulos gubernamentales impulsaban el gasto de los consumidores.
“La inflación empezó de una manera gradual y poco a poco cobró más fuerza, pero se elevó claramente durante el 2021 y se ha convertido en un factor terrible para la economía y especialmente para los consumidores”, afirmó Kleinhenz. “Lo irónico es que las políticas monetarias y fiscales que han sacado de la recesión a la economía (de Estados Unidos) han disparado un crecimiento sin precedentes que ahora se ha visto socavado por la aceleración en los precios”.
El economista en jefe de la NRF señaló que “las preocupaciones por la inflación pueden llegar a desencadenarla, especialmente cuando los trabajadores se dan cuenta de que los precios de los productos de la canasta básica se están elevando día a día, por lo que podrían exigir un aumento en sus salarios, lo cual provocaría al mismo tiempo un incremento en los precios de parte de los empresarios”.
“La inflación, medida por el Índice de Consumo Personal Federal, subió un 5.7% en noviembre, la cifra más alta de los últimos 40 años; asimismo, la encuesta del Banco de la Reserva Federal de Nueva York muestra que los consumidores esperan que la inflación crezca un 6% durante el próximo año. Sin embargo, esos mismos consumidores estiman solamente el 4% de inflación durante los próximos tres años, al mismo tiempo que los incrementos en los precios se ralenticen”, informó.
“Mientras la Reserva Federal prevé múltiples incrementos en las tasas de interés este año, también tratará de impulsar el ahorro de parte de los consumidores con el fin de aminorar la inflación”, aseguró Kleinhenz.
Incluso con la inflación, comparado con las cifras anuales, el nivel de riqueza del consumidor creció el 18.1% durante el tercer trimestre de 2021, por lo que el economista en jefe de la NRF opinó que los consumidores “nunca han sido tan ricos como ahora”. Mientras los programas de estímulo, de parte del gobierno, se dispararon por la pandemia y “se han dejado atrás”; el crecimiento en el empleo y las ganancias salariales en medio de la actual escasez de mano de obra siguen impulsando los ingresos y el gasto de los consumidores.
“Si hemos aprendido una lección, es la de no sobreestimar la resiliencia del consumidor, y por tanto, la de la economía estadounidense”, concluyó Kleinhenz. “Afortunadamente, a medida que avanzamos hacia el 2022, contamos con herramientas que nos impulsan en términos de crecimiento laboral, gasto y producción”.