Los 10 consejos de Napse para llevar a otro nivel al retail
Debe tomarse en cuenta que los cambios coyunturales generan nuevas tendencias, transforman el mercado e impulsan nuevos hábitos en el comportamiento de los consumidores.
A la hora de gestionar una marca minorista, muchos comerciantes buscan expandir el negocio generando resultados duraderos y permeables al dinamismo del mercado. Pero crecer como corresponde en el retail, en forma estructurada y sustentable, no es una tarea fácil. Para eso, es preciso aprovechar las oportunidades y al mismo tiempo es necesario mirar hacia el horizonte y contar con una estrategia clara.
Así lo aseguró Martín Malievac, gerente de Investigación y Desarrollo de Napse, quien agregó que la empresa proporciona “soluciones tecnológicas para el sector del retail, acompañando las tendencias del mercado para que los comerciantes y minoristas brinden a sus clientes una experiencia de compra que se supera día a día”.
Dijo que los productos que ofrecen en Latinoamérica “están orientados a brindar a los consumidores buenas experiencias de compras, permitiendo la omnicanalidad y la optimización de los recursos del retailer”.
A continuación, Napse compartió 10 consejos para los comerciantes minoristas que buscan mejorar la gestión de sus negocios para llevarlos al siguiente nivel.
#1: Nunca perder de vista la misión. El objetivo es la razón de ser del negocio y definirlo es fundamental a la hora de tomar decisiones importantes. Para establecerlo, hay que entender primero cuál es su propósito, qué necesidad o necesidades busca resolver para el cliente, qué beneficios le ofrece y en qué contribuye al mundo. Los negocios con objeto definido logran desarrollar marcas más fuertes y, por lo tanto, obtienen mejores resultados.
#2: Comenzar de a poco, pero prepararse para crecer rápido. El objetivo es crecer de manera eficiente y, para eso, es preciso hacerlo de forma estructurada. Para tal fin, el mejor camino es adoptar una postura de compañía startup: probar muchas ideas, desarrollar diversas soluciones y entender las necesidades del cliente hasta encontrar el producto o servicio ideal.
#3: Simplificar todo lo que sea posible. El comercio minorista es un negocio de actividades rutinarias y la excelencia operativa resulta fundamental para su éxito. En consecuencia, la optimización de los procesos en el retail debe ser una prioridad. Optimizar el registro de informaciones sobre las ventas y los consumidores, el proceso de facturación, la generación de las obligaciones financieras y los pedidos de reposición de stock, por citar algunas de las actividades básicas del negocio hace que el personal disponga de más tiempo para realizar otras tareas y brindar un servicio de calidad.
#4: Migrar a la nube. La tecnología cloud computing representa una enorme ventaja para el pequeño comerciante minorista porque le permite realizar una baja inversión en infraestructura y, aun así, lograr integrar toda la información del negocio en una única plataforma. Además de eliminar costos de soporte y mantenimiento, la tecnología cloud facilita el crecimiento de la empresa..
#5: Asumir el control total del negocio. Encontrar formas para monitorear el negocio, en el retail, a través de la digitalización permite obtener una mirada integral sobre su funcionamiento. Con un dashboard simple y objetivo es posible saber lo que está funcionando y qué áreas exigen una atención especial. El sistema de gestión debe ser capaz de traer informaciones precisas y agregar inteligencia para simplificar la administración y planificar mejor el negocio.
#6: Digitalizar el negocio. La transformación digital de los negocios se convirtió en algo esencial en el comercio minorista en la actualidad. Ya no se trata únicamente de desarrollar un eCommerce propio, sino de generar una estrategia de negocios que permita incorporar otros medios digitales como WhatsApp, catálogos digitales y redes sociales, e integrar todo eso a la tienda física.
#7: Implementar una estrategia omnicanal. El concepto omnicanal nació de la necesidad del retail de adaptarse a las nuevas exigencias del consumidor, para colocarlo en el centro de la estrategia. La necesidad de ofrecer comodidad y acceso instantáneo lleva a un nuevo paradigma de negocios: la tienda física y los medios digitales son importantes en forma aislada, pero son aún más relevantes cuando actúan en conjunto.
La integración online y offline dejó de ser una tendencia para convertirse en un requerimiento del mercado: todo comerciante minorista tiene que adaptar sus negocios para que el cliente pueda ser atendido de la misma forma en cualquier medio (tiendas físicas, eCommerce, marketplaces, redes sociales, aplicaciones, televentas) y finalizar su compra de la manera que considere más conveniente.
#8: Analizar los datos para encontrar oportunidades. La recopilación y el análisis de datos permiten identificar puntos de mejora, anticipar futuros problemas, diseñar nuevas estrategias, hacer planes y mejorar tanto el giro de stock como los márgenes de venta y la satisfacción de los clientes.
#9: Ofrecer diferentes formas de pago y ajustar el stock. Con los grandes avances en lo que refiere a medios para transaccionar en Latam, es necesario implementar todos aquellos disponibles en el mercado, como pagos por aproximación, códigos QR, links de pago y cuentas digitales. Esas opciones pueden aumentar las ventas, estimular la compra de artículos adicionales, generar más fidelidad y hacer que el comerciante conozca mejor a sus clientes.
Por otra parte, ofrecer más productos es una forma eficiente de aumentar el volumen de ventas para los clientes. Una administración inteligente y un buen software de gestión ayudan a identificar los productos con más posibilidades de venta, generando stocks más asertivos y promoviendo las ventas. Analizar los datos de compra de los clientes para identificar productos con baja salida y artículos que se podrían vender en mayor cantidad que en la actualidad son dos caminos simples para ajustar el mix de productos y los niveles de stock, sin demandar grandes inversiones.
#10: Prestar un servicio de alta calidad. Un cliente bien recibido, que logra resolver sus dudas de forma rápida y eficiente, y que percibe que el comerciante quiere ayudarlo a encontrar soluciones, probablemente vuelva a visitar la tienda y siga comprando.