Opinión

Lo que hemos aprendido de la economía circular

Alejandro Pagés, director de Asesoría en Sustentabilidad, ASG y Economía Circular de KPMG México

En el reciente informe Soluciones de la industria circular para un tratado global sobre plásticos,[1] elaborado por el Foro Económico Mundial en colaboración con KPMG, se discuten y analizan soluciones innovadoras desarrolladas por empresas para mitigar la contaminación por este tipo de materiales. No obstante, aunque los avances son prometedores, su adopción generalizada enfrenta retos y oportunidades.

El reporte destaca lo importantes que son las políticas gubernamentales y los mecanismos financieros para impulsar la economía circular, ya que promueven un sistema económico de aprovechamiento de valor, eficiencia energética y restauración de la naturaleza, contribuyendo a alcanzar la meta de cero residuos y cero emisiones.

El momento es propicio para reflexionar sobre las acciones que se requieren para avanzar en este tema en México, ya que la negociación de este tratado y la entrada del nuevo gobierno pueden contribuir a la adopción de soluciones circulares que beneficien a las empresas, los emprendedores y las comunidades locales de cada rincón del país.

Una amplia visión social del problema de la contaminación es necesaria para enfatizar la importancia de la colaboración entre las partes interesadas, la generación de confianza en las soluciones innovadoras y la toma de conciencia pública sobre el problema de los plásticos.

Asimismo, de este diálogo con emprendedores de la industria circular podemos destacar valiosos aprendizajes como los siguientes:

  • Definiciones claras y armonizadas: es fundamental establecer conceptos globales comunes para términos como “plásticos”, “plásticos alternativos” y “sustitutos de plásticos”, a fin de garantizar una aplicación coherente de las políticas y regulaciones en diferentes países y regiones.
  • Normas de alcance global: las cuales permiten evaluar la biodegradabilidad, reciclabilidad, higiene y seguridad de los materiales para que los consumidores tomen decisiones informadas y las empresas desarrollen productos más sostenibles.
  • Procesos de responsabilidad ampliada del productor (EPR, por sus siglas en inglés): son esenciales para financiar la infraestructura de reciclaje y promover el diseño de productos más sostenibles, además de que fomentan el involucramiento de los productores en la gestión de los residuos de sus productos.
  • Prohibiciones: erradicar el uso de determinados productos y materiales problemáticos (como los plásticos de un solo uso) puede impulsar la demanda de alternativas más sostenibles y generar un cambio rápido en el mercado.
  • Objetivos de las estrategias para reducir, reutilizar y reciclar (3R): es importante establecer metas claras que eviten que una estrategia se priorice por encima de otras, fomentando un enfoque equilibrado.
  • Regulación de la calidad y seguridad de los materiales: para aumentar la confianza del comprador, la innovación y procurar así que estos sean más seguros y sostenibles.
  • Financiamiento: se requieren mecanismos financieros que desbloqueen inversiones privadas y públicas, como el EPR. El informe indica que más de la mitad de los proveedores de soluciones consideran el acceso a financiamiento como un requisito fundamental para ampliar sus operaciones.
  • Regulación y cumplimiento: su claridad y cumplimiento efectivo son esenciales para crear un entorno propicio para la inversión en soluciones circulares.
  • Seguimiento y localización: contar con un marco de divulgación de información que mejore la transparencia en el seguimiento y localización de los plásticos, lo que permitirá medir el impacto de las soluciones y estimulará la inversión privada.
  • Colaboración entre partes interesadas: el trabajo conjunto entre compañías, gobiernos y sociedad civil promueve el intercambio de conocimientos y la cooperación en la cadena de valor, los cuales son esenciales para desarrollar soluciones circulares escalables.
  • Generación de confianza: crucial para que consumidores y empresas adopten soluciones innovadoras, lo que implica demostrar la eficacia, seguridad y asequibilidad de las alternativas sostenibles a los plásticos convencionales.
  • Mayor conciencia del problema: mejorar el debate público y ahondar en los beneficios de la economía circular es fundamental para impulsar la demanda de soluciones sostenibles, así como para propiciar un cambio de comportamiento en los consumidores.

En resumen, un enfoque integral que combine políticas gubernamentales sólidas, mecanismos financieros adecuados y colaboración entre las partes interesadas es crucial para impulsar la economía circular y abordar de manera efectiva la contaminación por plásticos.

México puede fomentar una agenda de economía circular de vanguardia, más allá de los plásticos, que impulse una transformación rentable y sostenible para cumplir con los objetivos de cero emisiones y cero residuos.

[1] Soluciones de la industria circular para un tratado global sobre plásticos, Foro Económico Mundial, 2024.

 

Colaboración para Retailers Magazine por
Alejandro Pagés, director de Asesoría en Sustentabilidad, ASG y Economía Circular de KPMG México.

 

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