¿Cómo se vería el eCommerce mexicano sin las mujeres?
Lais Lima, Marketing Manager de Signifyd en Latinoamérica.
El mes de marzo, conocido por muchos como el mes de la mujer, busca generar una reflexión sobre el rol que jugamos las mujeres en distintos ámbitos y en cuáles de ellos debemos mejorar como sociedad. Que esta fecha esté arraigada en nuestras mentes ya es increíble por sí solo, y que haya evolucionado de un mensaje de celebración a la “belleza y delicadeza” femenina al empoderamiento y reconocimiento de nuestra voz es aún mejor.
Para algunos, quizás parezca repetitivo hablar de las injusticias y leer al respecto en decenas de campañas y contenidos, pero hasta que no se consiga justicia, seguridad y equidad, seguirá siendo necesario retomar estos temas. Las mujeres hemos abierto el camino para ocupar nuestro lugar –que, cabe recordar, será el lugar que cada una de nosotras quiera – pero todavía falta mucho para que estas conversaciones dejen de ser necesarias en todo tipo de ámbitos, incluido el segmento del eCommerce.
Las mujeres han jugado un papel importante en el crecimiento del comercio electrónico en México como consumidoras, expertas y emprendedoras. Como clientes, realizan el 51 % de las compras en línea, y tienen un importante poder adquisitivo y de influencia en la compra de productos para el núcleo familiar, de acuerdo con la AMVO.
De igual forma, han dejado su huella como profesionistas en la industria. Si bien aún escasea la representación de la mujer en las grandes empresas de eCommerce, el talento femenino ha destacado por su creatividad, innovación y poder de transformación. Como ejemplo están las 14 mujeres premiadas por Signifyd entre los 30 talentos Más Influyentes del eCommerce 2023 (MIIE por sus siglas en inglés), un número diferente y más equitativo de lo que se ve en el mercado de trabajo y una clara demostración de la transformación que las mujeres están causando en la industria.
Algunos ejemplos son:
- Juliette Tang, VP de eCommerce y digital de Huda Beauty;
- Deniz Ertan, directora senior de Manejo de Riesgos de eBay; y
- Marni Dasanjh, head de Comercio Social de Fred Perry.
México no quedó atrás y la lista destacó a grandes talentos como:
- Sharon López, project manager y experta en Pagos y Estrategias Antifraude de Walmart México; o
- Elizabeth Martínez, directora de Operaciones de eCommerce de Elektra.
Desde el lado del emprendimiento, es importante mencionar los negocios de comercio electrónico dirigidos por mujeres. En los últimos dos años, miles de empresarias independientes iniciaron sus propias pymes y acudieron a las plataformas de compras, a las redes sociales y a los servicios de entrega para impulsar sus proyectos. Esto como respuesta a la pandemia de Covid-19 y a la ola de desempleo.
Sin las mujeres mexicanas, habría sido mucho más difícil que el comercio electrónico mexicano tuviera un valor de más de 528 000 millones de pesos y un crecimiento del 23 % en 2022 (AMVO). Sin embargo, las oportunidades en la industria del eCommerce para ellas siguen siendo escasas frente a la relevancia que tienen en su desarrollo.
El Instituto Mexicano para la Competitividad asegura que, del total de mujeres emprendedoras, 82 % forman parte del empleo informal; y al hablar de las pymes formales en México, solo el 36 % pertenecen a mujeres (INEGI).
Entre los principales desafíos a los que se enfrentan las emprendedoras están el bajo acceso al financiamiento, la falta de redes de apoyo para las mujeres empresarias y la brecha digital. Y si miramos a los empleos formales dentro de la industria tecnológica y de comercio en línea, podemos sumar la desigualdad de oportunidades y salarios a la lista.
Esto tiene que cambiar. Para los jugadores de la industria, hombres y mujeres, impulsar el desarrollo y posicionamiento de la mujer en el eCommerce no debe tratarse únicamente de una “acción justa”. En realidad, se trata de una necesidad para alcanzar el potencial del comercio electrónico local, pues no hay forma de seguir avanzando con la velocidad necesaria, si se pasa por alto a la mitad de la población que está interesada en formar parte de él, de una forma u otra.
Al existir una mayor diversidad en la industria, el comercio en línea obtendrá nuevas e interesantes perspectivas, más creatividad e innovación, acelerará la resolución de problemas y disminuirá la rotación de personal, solo para citar algunos de los beneficios comprobados de la diversidad a la productividad.
Las mujeres mexicanas merecen nuevos y mejores programas de financiamiento, acceso a cursos tecnológicos, programas de mentoría y mayor influencia para atender las necesidades de este segmento de la población, frente a una industria en el que las mujeres no siempre están representadas; además de un trato justo y sin discriminación al lidiar con servicios de terceros de logística, seguridad y administrativos, por ejemplo.
Como miembro de esta industria, sé que mi labor es seguir con estas conversaciones y fomentar un espacio seguro de aprendizaje y desarrollo para mí y otras mujeres; pero esta labor no puede quedar únicamente en las manos de mujeres. Es responsabilidad de todos impulsar a las mujeres defendiendo la inclusión y equidad, y abriendo camino a las oportunidades de desarrollo profesional, facilitando su entrada al empleo formal o simplemente adquiriendo productos de los negocios liderados por mujeres emprendedoras.
Nada de lo anterior es una novedad, pero es una situación que continúa vigente y frente a la que ya no es posible desentenderse. Si queremos que el comercio electrónico mexicano siga creciendo, y como consecuencia la economía del país, es momento de que todos pongamos manos a la obra: el resultado, sin duda, será beneficioso para todos.