Las «marcas blancas» suben su preferencia en autoservicios
De acuerdo con in-Store Media México, firma especializada en shopper marketing, las marcas blancas (también conocidas como marcas libres, propias o del distribuidor) incrementaron su preferencia en los compradores de autoservicios, quienes cambiaron su estilo de vida y hábitos de consumo debido al COVID19.
De acuerdo a Nielsen, las principales categorías donde las marcas blancas presentan las más altas tasa de crecimiento son alimentos y productos de uso doméstico, cuyas ventas crecieron respectivamente 33 puntos porcentuales (26 más que el año anterior) y 37 puntos porcentuales (27 más que en 2019).
Según datos de Nielsen, la pandemia impactó en el estilo de vida del 75% de los consumidores, principalmente en sus hábitos de limpieza y alimentación, lo cual se refleja en sus compras:
- La mitad de los consumidores preparan la comida en sus hogares.
- Seis de cada diez limpian más su vivienda.
- Los ingresos de insumos para cocinar crecieron 38 por ciento y los de limpieza 19 por ciento.
“El confinamiento y afectación en la economía nacional han motivado a las familias mexicanas a priorizar los productos básicos y anteponer el precio sobre otras características de las marcas privadas. Las marcas blancas aprovechan el contexto actual para posicionarse como una opción viable para todos los consumidores y en general muestran crecimientos en ventas superiores a los que tenían previo al inicio de la cuarentena: 23 puntos porcentuales más que el año anterior”, comentó Felipe Gómez, director de Mercadotecnia en in-Store Media México.
Retos para las marcas privadas en la nueva normalidad
El consumidor mexicano ahora es más selectivo en las compras de productos básicos, están más informados y cuidan más su dinero. Ante este giro y para evitar perder terreno, las marcas privadas deben reconquistar a los consumidores que están prefiriendo a las marcas blancas. Para lograrlo, in-Store Media recomienda:
1.- Adoptar una comunicación clara que destaque las características más importantes de sus productos, por ejemplo, rendimiento, eficacia, cantidad, tipo de ingredientes, practicidad, entre otras ventajas competitivas.
2.- Aprovechar sus recursos para innovar sobre los productos existentes, y, por lo tanto, distanciarse y destacar de las marcas propias.
3.- Implementar campañas publicitarias de solidaridad y empatía que generen lealtad con mensajes específicos sobre cómo la marca apoya a un segmento (empleados, consumidores o un grupo vulnerable). Esto es con acciones claras y medibles.
“Cada reto es una oportunidad. Es momento de innovar en la comunicación y el desarrollo de productos que construyan mayor confianza, lealtad y preferencia de los consumidores”, agregó Felipe Gómez.