Institucionalización de empresas familiares, cinco acciones para su éxito
El 70 % de las organizaciones familiares desaparecen luego de que su fundador muere, mientras que solo el 12 % de éstas logra sobrevivir hasta la tercera generación.
Sin duda, las empresas familiares desempeñan un papel crucial en el tejido empresarial global y en el desarrollo de la sociedad, ya que la mayoría de estas compañías inician como un emprendimiento para satisfacer la necesidad que tienen las personas de autoemplearse o tener una opción para enfrentar un despido o desempleo, generar recursos, gestionar mejor su tiempo y, en especial, crear un patrimonio para el sustento y bienestar familiar.
El profesor de empresas familiares del IMD Business School, John Ward, comenta que “la flexibilidad estratégica sostenida, la coherencia y la creatividad de las empresas familiares son notables, características que las diferencian de otros tipos de compañía y hacen posibles sus mayores niveles de rendimiento financiero”, siendo estas organizaciones sinónimo de resiliencia y crecimiento gracias a una cultura empresarial seria y bien organizada.
Datos del Instituto de Familias Empresarias para México y LATAM (IFEM) del Tec de Monterrey, destacan que 9 de cada 10 unidades económicas mexicanas (90 %) son empresas familiares, generan 75 % del empleo y aportan 95 % del PIB, las cuales representan una parte esencial para la economía nacional.
No obstante, el desafío de pasar la estafeta y liderazgo de la compañía de una generación a otra puede ser abrumador, y muchas empresas familiares enfrentan la amenaza de desaparecer si no se gestionan adecuadamente. Cabe destacar que 70 % de las organizaciones familiares desaparecen luego de que su fundador muere, mientras que solo el 12 % de éstas logra sobrevivir hasta la tercera generación.
En este contexto, la institucionalización se presenta como la clave para garantizar la continuidad y el éxito de la organización a largo plazo, por lo que comparto cinco acciones esenciales para facilitar esta transición:
- Desarrollar una estructura organizativa clara y profesional: Institucionalizar implica superar la tendencia a mezclar roles familiares y empresariales, por lo que es clave definir claramente las funciones y responsabilidades de cada miembro de la familia y del equipo directivo.
Fomentar la contratación basada en habilidades y competencias en lugar de relaciones familiares, no solo mejora la productividad y eficiencia operativa, sino que establece una base sólida para el crecimiento sostenible.
2. Implementar un gobierno corporativo sólido: Esto evitará conflictos, fortalecerá la transparencia y rendición de cuentas, además de garantizar una toma de decisiones efectiva para propiciar un entorno propicio para el crecimiento y la inversión.
Crea un consejo de administración independiente con miembros externos de confianza y experiencia relevante, establece políticas claras sobre la participación de la familia en la toma de decisiones y define procedimientos para resolver conflictos de intereses.
- Desarrollar un plan de sucesión integral: Este debe ser a largo plazo e incluir la identificación y la preparación de sucesores potenciales. Recomiendo no subestimar la importancia de la formación y mentoría para la próxima generación. Además, considera la posibilidad de contar con consultoría externa para facilitar la transición y garantizar que los valores fundamentales de la empresa se mantengan intactos en los nuevos líderes.
- Establecer políticas financieras y de inversión claras y sostenibles: La estabilidad económica es esencial para la supervivencia a largo plazo de cualquier organización, por lo que será necesario definir criterios para la distribución de beneficios, diversificación de inversiones, reinversión de ganancias, búsqueda de oportunidades de crecimiento sostenible y endeudamiento.
- Cultivar una cultura organizacional duradera: Esto juega un papel crucial en la cohesión y el rendimiento de una empresa familiar, por lo que es importante comunicar y reforzar los valores fundamentales de la compañía, fomentar la innovación y la adaptabilidad para mantenerse relevante en un entorno volátil, incierto, complejo y ambiguo, así como involucrar a la familia en eventos y actividades que fortalezcan el sentido de pertenencia y compromiso con la visión corporativa a largo plazo.
Organizaciones como Walmart, Ford, Toyota, BMW, Herdez, Novartis e Inditex son grandes ejemplos de empresas familiares que han dejado un gran legado, alcanzado el éxito y trascendido a través del tiempo gracias a que han logrado institucionalizarse, integrar nuevas generaciones e infundir sus valores en cada integrante de la compañía.
De esta manera, la institucionalización de empresas familiares es un proceso continuo que requiere planificación estratégica y adaptabilidad. Al seguir estas cinco acciones clave, estas compañías que surgieron con el objetivo de sustentar y dar bienestar a una familia, pueden garantizar una transición suave, preservar su legado y prosperar en las generaciones venideras.
Colaboración para Retailers.mx por
José Francisco IV Méndez Delgado, fundador y director general de Integradora de Negocios TBE.
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