CCE: «calificar alimentos como buenos o malos… no es la solución»
A continuación reproducimos el comunicado de prensa emitido el día de ayer por el Consejo Coordinador Empresarial respecto de que el Congreso del Estado de Oaxaca prohibió la venta de bebidas no alcohólicas y alimentos preenvasados a menores de edad.
El Consejo Coordinador Empresarial reitera que México requiere contar con una política pública integral de salud donde se incentive la actividad física, hábitos de vida saludable y se cuente con la información necesaria para la toma de decisiones. Calificar alimentos como buenos o malos o recurrir a prohibiciones, no es la solución.
Por eso expresamos nuestra preocupación por el decreto aprobado el día de hoy (5 de agosto de 2020) en el Congreso del Estado de Oaxaca, que prohíbe la venta de bebidas no alcohólicas y alimentos preenvasados a menores de edad. Esta medida, además de no generar acciones reales para atacar el problema de raíz, daña a las cadenas de valor en plena crisis de pandemia, en particular a los pequeños comercios que obtienen la mayor parte de sus ingresos de la venta de estos productos. Y también impactará a la cadena productiva de los alimentos artesanales preenvasados.
Apoyamos la posición expresada por numerosos organismos empresariales locales y nacionales, quienes lamentaron la falta de apertura o disposición al diálogo de los legisladores locales que aprobaron la normativa sin tener en cuenta a las partes afectadas. Como destacaron, el sector empresarial es consciente de los retos de salud que tiene la población, particularmente la prevalencia de la obesidad infantil, y por ello hoy en día la industria y el comercio proactivamente han eliminado la venta de productos envasados en las escuelas.
Adicionalmente, dado que la disposición sólo se concentra en productos envasados, generará una competencia desleal y fomentará el comercio informal, con las consecuentes afectaciones a las miles de familias que laboran en el sector de producción, venta y distribución de estos productos.
Hacemos un llamado a las autoridades estatales y federales a establecer un verdadero diálogo para atender los problemas de salud de la población, que busque soluciones integrales, basadas en evidencia y sin afectar las economías regionales y el sustento de las millones de familias mexicanas que laboran en las cadenas de producción alimentarias y su comercialización.